Los trabajadores expuestos a ruido en su jornada de trabajo pueden ser víctima a corto o largo plazo de problemas de pérdida de la audición, problemas del sistema circulatorio, trastornos del sueño, estrés, disminución del rendimiento laboral, etc. Por esta razón se hace necesario detectar el riesgo de manera rápida y eficaz, permitiendo la implementación de medidas preventivas que ayuden a mitigar o controlar el ruido.
Por lo que SETISA realiza dicho análisis con el propósito de recopilar información técnica y administrativa, para localizar las zonas críticas, donde se produce las mayores emisiones de energía acústica en forma de ruido. Para su comparación con los límites de ruido, establecidos en el Reglamento General de Prevención de Riesgos en los Lugares de Trabajo, artículo 155. El cual establece que para una jornada de 8 horas diarias, ningún trabajador podrá ser expuesto a un Nivel de Presión Sonora Continua Equivalente superior a 85 dB(A).